DINOSAUR GREEN COLORED ROOM

An immersive installation that reflects upon the absurdity of absolute absence. To think that something is and then never be again is a stupidity that makes no sense at all. One needs to sublimate reality sometimes to take it and then, it shifts and another possibility of it emerges. Whatever reality is, we can choose another possibility of it.  In the end, we just need to let go. Only then we are able to listen to the water run below the green.

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Lo insensato es que algo esté y después ya nunca esté. La ausencia absoluta e impalpable es una estupidez que carece de sentido, incluso el más mínimo. La realidad se voltea. ¿De qué color viene a ser lo real cuando está invertido por este dolor que lo toma por dentro y le hace regurgitar la entraña? ¿Cómo deviene el espacio el exabrupto de lo que no hay y no será más? Ausencia imaginada que se sienta sobre el color naranja y descansa, respira profundamente rápidamente respira y descansa. Se sienta sobre el color naranja y atestigua el grito borroso que emerge de la pared. Entonces calla. Calla porque no quiere escuchar la historia de su partida. Porque sentado de frente hacia el verde de los tres puntos en los que la materialidad del mundo empírico se va de cabeza siente que va a desaparecer. Entonces respira densamente queriendo hacer pasar sobre sí las gotas de agua vertidas y el té. También el té. Duda por un instante si el té ha de traspasar los hilos blancuzcos de sus venas. Duda y sin embargo insiste en el movimiento en el que el té es vertido sobre sí. Luego la risa estridente. Y el agua corre por debajo del verde.

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Text: María Antonia González Valerio